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Un hallazgo

Va uno a reciclar papeles y se encuentra esta perla de cuando era joven...

Te amo. No lo dije a tiempo
porque no creí
que también me amaras.
Te espero. Siempre te esperé
Estuve dispuesta
Pero no llegabas
Te sueño. Con tanta frecuencia
Que cuando despierto
Te extraña mi almohada
Te pienso. Siempre, cada día
Aunque tengo todo
Amor y familia
Te olvido. A diario lo intento
Borro todo rastro
Pero estás adentro.
Te espero. A pesar de todo
Le pido a la vida
Te traiga de nuevo.

Soy mamá

Tanto por escribir.

Nos sé ni por donde empezar.

Hace tanto que quiero escribir a mis tías, a mi mamá, a mi abuelo, a mi hijo, a mis compañeros de trabajo.  A mis amigos...

Pero nunca encuentro el momento.  siempre estoy tan ocupada con la maternidad y el trabajo.

Maternidad.  Que cansancio, que angustia.  ¡Que amor!

Estoy absolutamente enloquecida de amor por ese pequeñito impertinente que viene a interrumpir mis sueños y a no dejarme hacer nada.  Pienso en él y ya quiero darle un beso. Ya quiero ir a interrumpir su sueño con mis besos y mis caricias.  Ya quiero oler su pelo y sentir su corazoncito latiendo.

Ahora él duerme. Atípicamente duerme a las ocho de la noche.  Llegó tan cansado de la guarde, tal vez de extrañarme.  Dice en el cuaderno que todo el día preguntó por mamá y cuando lo dejé con la profe se quedó llorando y me llamaba.

Que cosa tan dura tener que dejar a un hijo para ir a trabajar.  Me sigo preguntando si eso si es lo que debería hacer... o si debería vivir con menos y estar mas tiempo con mi niño. Tengo pánico de estarme equivocando.

Quiero un trabajo mas corto, menos demandante. Quiero mas tiempo con él, que cada día pregunta más por mamá y se me pega mas del pantalón con esa miradita suplicante.

Cada avance, cada logro me maravilla y me siento la mamá del niño mas inteligente y precoz del mundo.  Eso sí, sin duda, del mas bello.  Con esos rizos rubios y esos ojos grises que me hacen palpitar mas rápido el corazón.  Esa vocesita ronca diciendo pia pia pia pa.. bua bua bua mia mia miaau.

Tengo que sobreponerme a tanto amor a cada minuto para poder seguir viviendo.  Tanto amor viene inevitablemente atado a un miedo profundo, a un sufrimiento en espera. Así que toca pensar mejor en el otro lado de ese amor, el del orgullo infinito, el de la felicidad desbordante, para sobrevivirlo.

Y mejor me voy a prepararle un tete y a morir de amor mientras le peino esos crespitos desordenados.

Soy mamá.