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ADACADABRA

Desde que estaba en el colegio he recibido varios apodos. Algunos me han parecido muy bobos y otros me han causado risa, pero ninguno me ha dado rabia. Seguramente por eso ninguno perdura y todo el mundo termina diciéndome Adita o Ada, con excepción de dos o tres amigos que me llaman Lucía.

Yo no le veo mucho sentido a los apodos en mi caso teniendo en cuenta que mi nombre es cortico y sonoro, además fácil de recordar y mas bien escaso. Pero igual he tenido varios.

Campanita es uno de los mas recientes y me gusta por sonoro y porque el personaje que evoca es una hadita juguetona.

En la universidad me decían todo tipo de palabras terminadas en ADA.  Cualquiera que se atravesara era buena ya que el juego era encontrarlas, así que yo todo el día escuchaba: ExtasiADA, mi ADA, IluminADA, AtravesADA, despistADA, despeinADA(muy acorde con mi apariencia diaria)... etc. y mas etc, etc.
Tanto, que alguna vez casi morimos de risa en el salón cuando un profesor me preguntó muy serio:  -ADA, ¿La ecuación está balanceADA?

Tengo dos favoritos:

Sundurí, que en swahili significa niña hermosa, y me lo dió un buen amigo que viaja frecuentemente; y Adacadabra, que me lo puso Nora una compañerita del colegio cuando estábamos como en noveno.. o antes, no sé.

Adacadabra me gusta porque evoca magia, la magia que creo que hay detrás de todas las cosas que parecen irracionales, la que nos salva de vivir en un mundo completamente explicable a través de los números.

Si, adacadabra me gusta, por eso llamé así a mi blog.
Me gusta tanto, que hasta me aguanto las patas de cabra.